El “Hombre de Nieve” es un thriller con una fuerte impronta psicológica, protagonizado por Michael Fassbender y Rebecca Fergunson, el cual se centra en el universo policíaco del inestable detective Harry Hole (Fassbender), quien investiga al borde de la obsesión la desaparición de una mujer de la ciudad donde reside. Al principio el hecho parece ser obra del propio azar, sin embargo es el detective quien descubre que detrás de este crimen existe una conexión, vinculada con un mismo elemento: un muñeco de nieve construido en el frente de la casa de las víctimas.
A partir de entender como este indicio encaja con una serie de crímenes del pasado la obsesión de Harry toma magnitudes insospechadas, a la vez que funcionan como punto de inflexión para traer viejos fantasmas del pasado, puntualmente de su infancia.
EL film dirigido por Tomas Alfredson utiliza una serie de recursos tanto desde su estética como en su estructura narrativa, que buscan que el espectador no pierda de vista la evolución de cada uno de sus personajes. Si bien hay una marcada jerarquía entre la disposición de cada uno, el director pone el acento en detonar la importancia de cada uno, sobre todo para llegar al acto final, donde comenzarán a verse las tan anheladas respuestas.
En cuanto a la ambientación, el realizador ha optado por escenarios diurnos, pero marcando en cada plano la preponderancia de escenarios donde la nieve es el elemento reinante, por un lado para marcar este tono melancólico y vacío que portan sobre todo sus personajes protagónicos; pero también para marcar como el asesino (quien firma sus obras haciendo muñecos de nieve) va ganando terreno sobre los investigadores, demostrando estar siempre un paso por delante de ellos.
En cuanto a las actuaciones, destaco por supuesto a Fassbender, quien nos demuestra desde “Shame” (Steve McQueen, 2012) que tiene un amplio registro actoral para personificar a personajes duros y con un pasado que transmite sensaciones que traspasan la pantalla: a Fassbender le quedan pintados los roles donde la perversión y la incertidumbre son elementos reinantes. El resultado final de la labor de Fassbender se traduce en un gran trabajo logrado junto a Alfredson en la construcción e interpretación de este tipo de personajes, que se degustan a fuego lento.
Para ir cerrando, no quisiera dejar de agregar que me hubieran gustado diez minutos más de metraje, ya que si bien el desenlace se resuelve de manera correcta, el cierre es muy abrupto y se deja entrever un cambio de ritmo que pareciera que a la cámara se le acabó la cinta y la película concluye sin más. Pero sin embargo, “Snowman” promete en sus 120 minutos de metraje una experiencia sumamente inquietante, la cual utiliza como hilo conductor al género policial, para introducirnos en la mente del asesino y exponer los defectos del antihéroe que este universo supo conseguir para resolver esta serie de puzzles, orquestados al mejor estilo “Saw”.
